CAVITACIÓN
La cavitación en el campo de la estética consiste en la aplicación de ultrasonidos a baja frecuencia a través de la piel mediante máquinas especiales. Al penetrar a través de la piel los ultrasonidos generan microburbujas en el interior de las células adiposas conocidas con el nombre de ‘adipocitos’ o ‘células grasas’. Cuando estás microburbujas implosionan, rompen las células grasas de tal manera que se consigue romper tejido graso para así hacerlo líquido y que sea eliminado a través de la orina o del sistema linfático.
La cavitación es un sistema novedoso y cada vez más popular para deshacerse de la grasa localizada que no se consigue eliminar con tratamientos a base de dietas o ejercicio. La cavitación se aplica también para combatir la temida celulitis y disminuir volumen.
En la actualidad existen aparatos muy precisos que utilizan muy baja frecuencia –las primeras máquina tenían mayor frecuencia– y que por lo tanto son muy selectivas a la hora de eliminar exclusivamente la grasa sobrante respetando los tejidos circundantes.
¿Para quién está indicada la cavitación?
Hay que tener en cuenta que la cavitación sirve para tratar solo determinadas zonas conflictivas localizadas, ya que no es efectiva en personas que quieran disminuir de peso en general o que tengan obesidad. Para poder seguir cualquier tratamiento con cavitación se aconseja siempre, en casos de exceso de peso, adelgazar primero. Después, en estos casos, la cavitación puede ser aplicada en zonas en las que haya acumulaciones de grasa difícil de eliminar por los métodos convencionales, como las llamadas cartucheras o los michelines en el abdomen.
En suma, la cavitación no es un método para adelgazar, sino más bien para modelar el cuerpo al conseguir rebajar el grosor de la grasa y reducir contornos.
¿En qué consiste?
El tratamiento de la cavitación consiste en pasar una máquina en la zona del cuerpo a tratar. No se necesita poner ninguna malla, sino tan sólo aplicar un gel llamado ‘conductor’ que se encarga de transmitir los ultrasonidos a través de la piel. La máquina consta de un rodillo que se aplica en la zona elegida y sobre el gel conductor.
Conviene beber antes y después de cada sesión entre un litro y medio y dos litros de agua para ayudar al cuerpo a eliminar grasa mediante la orina. También se aconseja llevar una dieta equilibrada baja en grasas.
Las sesiones no son dolorosas y tan sólo se notará en los oídos un pitido agudo o un zumbido, que en un principio puede ser un tanto molesto para algunas personas, pero que al poco tiempo de empezar el tratamiento puede llegar a ser imperceptible.
Recomendaciones a tener en cuenta con la cavitación:
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Los resultados dependerán de lla constancia y seriedad de la paciente a la hora de seguirlo. No habrá un resultado positivo si se realiza una sesión cada dos semanas y no se tiene cierto cuidado con la alimentación.
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Se recomienda someterse de 10 a 12 sesiones para obtener resultados. Entre sesión y sesión deberá de haber al menos 72 horas de diferencia, que es el tiempo que suele tardar el cuerpo en eliminar la grasa extraída.
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Las sesiones de cavitación han de ser dadas por esteticistas especialmente entrenadas para aplicar el tratamiento y hacer las recomendaciones pertinentes.